Barricadas y algodones


Voy a tu esquina cargadito de risas,
viaja conmigo una lágrima con millones de emociones,
caben todas las que han crecido a mi lado.
Llego a tu tierra a sembrar anuncios,
revelaciones intencionadas
de una declaración formal para ocuparte.
Destrozo la tela que nos separa hasta llegar a los surcos
de cada uno de tus poros
y tras de mí suenan tambores según me voy acercando
y en el promontorio que da al mar de tus decencias
instalo una bandera que despiste a otros marinos.
Los héroes se retiran en favor de los poetas.
Nos complicamos con frases de azúcar,
nos extraviamos en suspiros de almíbar,
puestos a empezar,
decidimos no comenzarlo
y los dedos, como las raíces, se nos van clavando,
como este jarrón que se ha llenado de libros.
Un puente de empujones que nos cruza al instante presente,
y al elevarnos nos convertimos, atónitos, en un mismo reflejo.
La frontera de lo evidente es un breve escarceo
de viejas pasiones con aires de trinchera.-


Universo de estelas


El cielo huele a ausencia,
hay una nube que anuncia la noche
vestida de carmín y satenes en butano.
Cuando la vista sigue viajando aunque no mires,
lo que no has visto no está oculto, sólo lejos.
El cielo no es infinito, es inmenso
y tiene esquinas con planetas cansados por el polvo,
por años luz de sed.
Más allá de lo que hay mas allá estamos nosotros,
repetidos,
en un firmamento que rota sobre millones de deseos esparcidos,
que recogen las estrellas fugaces que tanto admiramos.
En otra esquina están los sueños que no regresan,
testimonio de los años que crean y destruyen,
una fuente de estelas que una y otra vez miramos.
Como una intención que nos roza,
enorme luna de banalidades,
reflejo de misiones imposibles que observa un sol paciente,
también lejano,
pero constante y tranquilizador.-

Memorias de la Duda


Los días ya no sirven,
cuando han pasado y son historia los guarda el recuerdo.
Si los despierta un olor o un sonido,
se sueñan por aquello que no hicimos
y se aferran a un tal vez, a la duda febril de si hubiera sido.
A la desazón de un beso escapado,
aún ignorando que no será lo mismo.
Aquel día no es aquel, aunque nos acordemos.
Me despiertan los días que no me atreví,
y los que estuve a punto.
Me asustan otros tantos que no te dije,
y la vergüenza que entonces sentía.
Yo lo pensaba,
pero aquel día no era el día,
y hoy el motivo no es momento.
Me supuran los días que me han cambiado,
e ignoro los que a ti te han crecido,
aunque desconozco si estos días serían otros de haberlo sabido,
en un imperfecto que no domino.
Los tiempos de un pasado que la memoria
se empeña en vestir de presente.
Aquellos eran días, hoy también, aunque estemos lejos.
Tú en tu sierra,
yo en mi convento.
Y me empeño, y aún así no lo consigo,
que construir días no es cosa de amantes,
aún cuando brillas en el cajón de los deberes,
nada podrá corregir los instantes olvidados en cruzarnos,
empañados de melancolía,
un solo fugaz,
el segundo en que pensé decírtelo sin atreverme.
Es un día que predije porque no supe hacerlo.
Era un día que no era
y que hoy insiste en serlo.
En la memoria queda la duda, liberada monotonía,
pero no el remedio.
Tu allí,
yo he pasado.-


Tardes de noviembre


Adoro la escarcha ligera que despereza el agua dormida,
un rocío otoñado que cae como la lágrima.
Huelo un viento mojado que huye del mar,
rumbo a otra tierra.
Un calor pálido que gime entre las nubes,
un verde apagado de noviembre.
Endulzo las tardes a los pies del fuego,
en la camilla donde leemos los cuentos,
estudiamos lo verbos.
Abrazo la lluvia que se cuela limpiando el año,
un tiempo que va repitiendo y que no conocemos.
Una tarde larga, una noche en vela,
la guitarra que te has comprado y un cuaderno pautado.
Hoy saludamos robles amarillos,
mañana andaremos el monte.
Amo la melancolía del frío
y el escozor que produce la disculpa de quedarnos,
acurrucados viendo venir el viento cargado de hojas y musarañas.
El café ardiendo, en las manos, invitados a la tertulia,
a divagar sobre nosotros sin prisa,
un intento lento, piano, de permanecer así,
adormilados y tiernos.-


Campos de pluma


Si al tocar arrebato arrepentido,
recojo rojas mieles de soldado.
Si al defender reinos imposibles,
ofrezco coronas y ducados.
Si al corto paso ganado en batallas de ruegos y palabras,
planto el camino de regreso,
dejando migas con sangre de un costado,
herida abierta de impotencia para retroceder en la otra tregua.
Si languidecen las órdenes de frontera,
oriflama presumida de escuadrones invisibles,
protegidos por el ruido del sable de tu mano,
que señala mi campo de batalla con sones de conquista.
Si resisten a la retaguardia y presentan un frente combativo,
en el instante en que dejamos de movernos,
en esta explanada de plumas y almohadones.-

Cuando callo


Si solo el silencio dispone de palabras,
callaremos al atardecer
para que el eco del susurro sea un relato.
Si en las letras que ordenamos
existe un propósito avalado,
dogma de una experiencia,
que transmitimos acertados.
Si en las pausas logramos
hilar una reflexión
que nos proyecte al infinito.
Si así,
poco a poco,
a sabiendas que lo hablado
identifica nuestra voz,
con la pretensión bien entonada
de convertir en principio
todo lo aprendido a lo largo de los años.
Si al ruido en la garganta,
a las humanidades en un folio,
a los pensamientos en los dedos
y la intención en la distancia,
nos dibuja responsables
de la opinión que defendemos.
Si hay una esencia en contarlo,
conservando el sentido que sujetamos al lenguaje,
expresamos,
en una frase construida,
todos los hombres que han amado,
todas las páginas empleadas,
y cada una de las sílabas
que corregimos delicados.
Encontraremos en cada espacio,
un millón de juramentos,
un motivo infinito,
un sospechoso secreto,
y el halo de un texto
con el que pretendo ofrecerte
literaturas y silencios.-


Otoño


El cielo se esconde
y se abriga en un gris que llora en mi ventana.
Hay una camilla que invita a recogerse.
Huele el agua que limpia los rigores del verano.
Han llegado los ocres al Ambroz,
anunciando la fiesta del otoño.
En el bosque despuntan los hongos
provocando a selectos paladares.
Ruego a la lluvia que sea generosa.
El frío merece un instante para estar más cerca.
Se han abierto las piscinas
para que siga la corriente,
y los encuentros, doblados en silencio,
aguardarán la primavera.
No es abulia.
La melancolía es descanso
porque jugaremos en los charcos
a salpicarnos la ropa.
Saldremos a la calle bajo un paraguas de emociones,
oyendo el sonido y la tormenta.
Octubre delicioso.
Noviembre celebrado
que arranca con olores de magusto y calvotá.
Es otoño y me siento a verlo.
Bajaremos hasta el valle
recogiendo castañas envueltas en erizos.
En Extremadura es otoño
y suena el río convocado
justo cuando la tierra empapa los recuerdos
de un sol que queda lejos.-


Tiempo al tiempo


Las horas que no gasto las convierto en intenciones,
las que no encuentro me justifican.
Las horas que han pasado son historia
y nada puedo hacer por ellas.
Hay horas largas, distancia,
las que guardan una cita.
Las que preceden a un viaje se me pegan al estómago,
las hay mortecinas,
horas de la tarde que se escapan.
Las de la noche sudan,
las que me acompañas han crecido
y ya son lustros, horas estiradas.
Hay horas pactadas,
puntuales,
hay horas de minutero que siempre me apuntan,
me señalan un tiempo que empieza,
que ya consumo.
Hay horas invertidas para los recuerdos
y otras malditas que provocan lágrimas.
Tengo horas cosechadas en las páginas de los de libros
que guardan un momento,
horas empleadas con nudo y desenlace.
Hay horas para todo,
y para todas las horas,
guardo un último segundo,
un instante infinito,
preciso,
que me empuja a iniciar la siguiente,
y superarla.-


Estaciones


Suena el tren,
se aleja,
lo oigo.
Me pregunto si el destino de quien lleva
se cruzará con el mío,
si habrá alguien esperando,
si consiguió despedirse.
No se si se acerca,
o ha dejado algo,
siempre pensé que las vías señalaban un camino,
o muchos si se cruzan.
Llegará con alguien,
acompañando un vaivén
que va transportando.
En cada parada renueva una intención,
o traslada otra.
Las estaciones son cuatro,
pero el otoño palidece el ánimo,
y hay otra luz.
¿Por qué llorar en la partida?
Será que la distancia no podemos tocarla,
en cada andén dejamos algo,
el equipaje,
un deseo,
alguna mano agitada para recordar si vuelvo.
Por eso olvidamos las maletas,
como un lastre,
un adiós que no termina,
si no es un hasta siempre.
Viajeros de un destino inalcanzable,
propósito etéreo,
que cuanto más nos alejamos,
más estamos volviendo.-


Te inundo


Caracolas de amor para una melodía.
Lentos arrullos de caer la tarde.
En el silencio las palabras no discuten,
las miradas interpretan las caricias
y cada uno sabe del otro.
Bajo este descanso hay más fuerza todavía,
un cajón de instantes que pegaremos a las paredes,
para que vayan cayendo sobre la cama,
en un eterno tiempo de no decir nada.
Daremos vueltas, sobresaltos, a escondidas,
si junto a nosotros asoma el alba embaucadora,
a comprometernos,
a devolvernos actitudes que nos quitamos con la ropa,
y cerramos los ojos para que siga llamando.
Te inundo de susurros para no despertarte,
y me quedo vigilando por si llaman la puerta,
los ruidos de la mañana.-


Septiembre largo


Ya amanece despacio,
se deshacen las maletas con el viento
y la ropa fresca se desprende del olor del verano,
octubre se muestra airoso,
tras la sombra alargada de un sudor que se ha marchado.
Septiembre largo,
a la vuelta se han quedado los metros de camino,
lugares donde termina un viaje
y comienza el tiempo.
Sonidos y llamadas que han pasado página,
memoria de una historia que vamos escribiendo.
Cambiaremos la hora
y la piel se tornará blanca,
como las dunas,
como la arena que se colaba entre los dedos
caminando sonrisas de atardecer marino.
Será otoño, lo dice septiembre,
y hablaremos de viajes,
y de dónde iremos.
Septiembre largo conserva la memoria
de lo que no queremos desprendernos.
Hemos llegado a puerto,
cargados de tesoros
para pasar el invierno.-


Algo que busco


Sí, busco algo.
Llevo días y me ronda.
Me leo y cierro la página.
Ignoro el diagnóstico:
fobia al documento nuevo, blanco, blanco…
curvas,
mareo,
cerrado por descanso.
Huir de la rutina,
buscar el verano
tiene consecuencias.
La rutina es un refugio para escribir.
Hay que cerrar el verano.
El sol distrae porque sabe a agua,
dibuja planes,
regala gargantas que corren con agua fría
y se llevan los suspiros,
los que vierto en las hojas que luego publico.
Cambio versos por un baño,
apacible remojón que lava las ideas.
Así es el estío, demoledor, inmenso,
sanador, pecado, tentación,
viaje, paisaje, foto,
cambia rima por instante y te sale un deseo:
más tiempo para soñar despierto.
Kilómetros para la memoria, para el álbum de recuerdos
que lleno de destinos buscando…
nada, sólo admirar, mirar, capturar.
Siempre quiero subir alto, más alto,
y mirar, infinito en la retina,
cuando no te devuelve la luz un mar inmenso,
quebrado,
en una playa que ahora pego en mi pantalla,
ahí quedará, testigo de otro destino,
salitre, neurona, deseo, volver, fantástico,
qué maravilla, volveremos…
he vuelto,
me gusta cada viaje,
y lo que dejamos,
y lo que me traigo.
Es lo que busco.-


Verano


Vuelvo. No me fui lejos
Veni, vidi, vinci
Asturias un descubrimiento...
Extremadura una confirmación.
Monfragüe
Ambroz
Cáceres
Plasencia
Malevaje
La voz de Bartrina, leve pero concisa
Vuelvo
¿por donde empiezo?
Por los amigos
por los sueños
Otro vuelo
Enseguida lo cuento
Hasta aquí puedo leer...

No quiero empezar


Cómo te miro,
cómo licuan mis ojos
bajo la licencia de observarte,
Cómo enebro los poros de mi brazo
cuando avanzan a rozarte.
Voy rumiando las veredas
en el valle ondulado de tu camisa,
buscando un rastro,
una madriguera que convierta en nido
el rincón de las horas.
Tengo una lista con diminutivos para evitar tu nombre,
cómo apoderarme de tus letras
y jugar a enredarlas
al coser un arrullo entre susurros inventados,
cómo hojeo las reglas que marcamos,
para borrarlas,
reescribir sobre ellas cierta pasión en blanco,
cerezos en flor en nuestro jardín favorito.
Cómo elevarte en icono de mis frases,
color de mis dedos,
pasión de abril,
veranos en mayo.
Cómo reclamar que voy el primero
abriendo el papel que te envuelve,
verde cristal,
cómo conquistar los derechos
que colocaré a tus pies para que los evites,
lírica de un romance,
tarde de tormenta.
Cómo alimentan mi oído tus canciones de cuna.
Al llegar a tu puerta
reparto anillos y estelas,
tallos de licor con rodajas de querencia
y recojo lágrimas como mares
para navegar a tu cielo.-

Viaje


Cuatro días nos separan,
la distancia es un reloj que no avanza,
voy marcando las horas para animarlas.
Lejos de esperar,
limpio la ansiedad de este trayecto que soporto,
permanece la paciencia al borde del calendario,
los números se repiten en colores,
se pasean por este lago de motivos
y se resisten a marcharse.
El tiempo es un tarro de perfume,
un liberador de esencias que no se agota nunca.
Al llegar la noche respondo fatigado
a este sol demoledor de junio.
Ahora quedan tres días
y un festival de colores e ilusiones que asoma en lontananza,
cuando nuestro barco dibuja el horizonte.-


Días hábiles


Busco una razón sencilla
para seguir concentrado,
un reflejo en el agua
para reconocer mi imagen,
y que suene la voz en el curso del río.
Busco la puerta abierta
por la que escapar cada tarde,
cuando te das la vuelta
y distraes la mirada plomiza.
Busco un camino si tengo que volver
y una vereda si quiero perderme,
nada gratuito, ni casual,
busco un lugar donde no duela,
que calme un punzón de impresiones,
un remedio a esta deriva de abulias diurnas.
No volveré a aceptarlo,
he roto un contrato con la nobleza,
vuelvo al vulgo.
Busco una arista,
un cabo henchido,
un océano por delante,
un reflejo en el agua,
así es el estío.
Me empuja el calor y necesito descanso.
Lleno la maleta de días,
las noches las coloco en las sorpresas,
me marcho lejos,
a mirar otros ojos.
Me voy con los míos,
a regalarles tiempo.-



Más allá del cielo


Te busco en la coherencia
y quiero ser cabal como la luz del mediodía.
Te imagino salteada de principios,
inundada de excusas que te ahogan.
Te vendo voluntades,
empujones de un sí quiero,
tal vez lo intento,
insisto en la constancia,
porque sigo tras tus pasos
como las frases hacen libros.
Te anuncio que he llegado,
dando volteretas que disfruto
entre tu paisaje, tu vegetación y tu garganta.
Te huelo en el asfalto
que ha ocultado el camino,
y dibujo primaveras,
palabra de honor que repito para buscarte un planeta,
hacernos un mundo nuevo
donde no haya disculpas,
ni distancias,
no le pondremos nombre
y los amigos serán testigos,
invitados a este festival,
manantial de intenciones
que proclamamos a voces.
Te hago arrullos a medida,
acampado en tu espalda
me libero del fuego y te convoco,
lo exijo por derecho.-



Baño de luz


Alma de amor sencillo,
tierna luz de ilusiones,
nocturno de versos que te proclaman,
las sílabas se ordenan obedientes
al compás que reclamo un romance,
una cita a hurtadillas,
como una declaración sin intenciones.
No hay un mar que nos hunda,
nos hemos mojado los labios
en las frases más amables,
finales asonantes
de un delirio que busca rima.
Proclamo no invadirte,
como que cada día empieza.
Una esquina mojada,
bañada en la paciencia,
la inmensa paciencia de esperarte para siempre.
He cosido los años
con la aguja de un segundero,
hilvanando lento,
piano.
Si se te ocurre llamarme,
siempre contesto.-


Ni lo intento


No quiero alcanzar la luna,
ni los sueños envueltos en azúcar.
No guardo en el cajón recuerdos difuminados por el polvo.
Ni los años cicatrizan, no.
Las heridas nos marcan,
colocan su sello justo donde miramos.
Rezo oraciones de culto
para que ahuyenten disculpas,
escribir una homilía
sin pensar en el arrepentimiento,
un rosario de dudas,
de preguntas que no interrogan,
que se llenan de huidas.
La luna es reflejo del alma,
el brillo de una emoción,
sentimientos que olvidamos en cada intención
y que la rutina devuelve.
Los deseos no se pintan
si no es para cumplirlos.-


Hoja en blanco


Mi suma de razones
todavía no da infinito.
Mi libreta con motivos
guarda hojas en blanco que no consigo evitar.
Dos tardes lo intento,
si hay lluvia repito y llegaré a cuatro.
Busco un camino que ya he andado,
olisqueando una pista,
una huella petrificada que sirva como faro;
no oteo una luz al final del día,
no quiero prebendas,
no acepto recomendaciones.
Quiero llenar de cuentas este collar
y poder olvidarlo.
Mi agenda tiene dos números
y ninguno es el mío.
Mi calle busca inquilinos y el teatro aplausos.
Mis gafas gradúan el silencio
y oscurece sus cristales cuando no miramos.
Construyo un melodrama,
de final libre,
porque no me atrevo.
En cambio,
cuando menciono tu nombre,
escalo esa montaña,
para que todo le mundo me vea,
para que todos lo sepan.-

Apuntándome


El otro no existe.
La disculpa no se construye huyendo,
Ahora se deconstruye.
No hay nadie más para decir: yo he sido.
En este desierto sólo beberé
del agua que voy guardando.
O se comparte la sed.
No resuelve la disculpa
y todas las voces apuntan a mi garganta.
¿Entonces, para qué grito?
Las baladas que compongo no buscan melodía.
Hay razones que no se esquivan,
hay motivos,
el silencio no se dibuja.
Sólo cuando te señalan entre lágrimas,
y te empeñas en repetir:
Yo no he sido.-

Ruido


Ya no se escuchan rumores.
Se alejan los sonidos,
Los tambores desandan la melodía,
la que anunciaba los cambios.
El silencio de los años que rompen las dudas.
Un clamor de proclamas
que ya no es portada.
¿Quién provoca miedos o infunde risas?
Dos legiones de bravatas
y la calma rota, de repente, señalada con el dedo.
Culpable sensación de que nada he hecho.
Al levantar el ánimo,
la tormenta y los soldados
se entretienen ahora en nuevas tierras,
hitos de un bullicio provocado.
Yo vuelvo a mi morada,
a disfrutar de una derrota no consumada.-


Primer domingo de mayo


Te quiero dibujar risas y besos,
robar para ti tiempos y descansos.
Te quiero colgar del brazo cosquillas y mordiscos.
Yo fui niño con arrullos y caricias,
cucharadas de paciencia para entender los años,
palmaditas y susurros para guardar los sueños,
ahuyentar fantasmas.
Te quiero robar distancias,
levantar castillos.
Te quiero junto a mi pala
mientras la arena me cubra,
Te quiero porque el verano es siempre divertido,
y quiero los besos con olor a jarabe
y caricias para vencer la recaída.
Te quiero cada tarde esperando mi regreso,
mas allá de lo inevitable,
te quiero eternamente
y lo que quiero es volver de nuevo,
al regazo,
al refugio,
a nacer,
seguro,
al calor de tus latidos.-


Loa a Luisa


Si lejos levito,
levanto los ojos locos de lavar las lágrimas.
Si largo y lejano,
limpio el lúcido reguero,
la liturgia divertida de jugar con las letras.
Si levemente la luz
recogida en tus labios,
lame lenta y melosa
por las fronteras de mi lecho,
resistida a la lealtad
de imaginar un lugar
que no sea la isla de mi almohada.
Si la letanía liberada,
licencia que conceden los locos,
disecados en la risa libre,
al lanzarse al laberinto de lo no comprensible.
Leo el capítulo
y en tu loa,
la leyenda
liba en tus recuerdos y licencias.
Lego al legarte una legión de intenciones.
Lástima de laúd que no luce
cuando, lisonjero, lucho por una lucidez que no practico.
Lucifer me tienta
en un laudo sin cuartel
que no acabará en lustros.
Luisa lava las llagas
de mi lívida lengua
y el limonero aleja los lances
de mi lunática insistencia.-


Tic tac y destiempo


No sirve el tiempo como disculpa,
no dispongo de soledades
que nos escondan.
No tengo el menor remedio
ni cultivo con el tedio la costumbre.
No renuncio,
el diálogo que dan los besos
lo rescata la memoria.
No me justifico
pero te quiero más cerca.
La tarde no llora sin motivos
y las razones las encuentro en el rechazo.
Si no volvemos a los brazos,
a la madeja de oraciones,
quebraremos subidos al púlpito de las pasiones,
vigilados por las aún luces del ocaso,
entonces, ¿qué será de nosotros?
Hubo un lugar donde nos anunciábamos
a la vuelta de un arroyo,
pero hemos vuelto al mar
para mezclarnos el resto de los años.-

Rezo y penitencia


Vengo a contemplar tus ojos
desde pasiones más lejanas.
Quiero hurgar en el verde añil
y barrer el arrepentimiento
al recoger las velas como al cerrar los párpados.
Entre un abrir y un cerrar,
entre un voy y un vengo,
nada tengo yo si no tu iris de testigo.
Un icono para marcar intenciones,
una instantánea,
esa inmensa imagen fugaz que salva nuestro desencuentro.
Hay niebla en los motivos,
las ventanas se pliegan
y los hábitos recogen la rutina.
Tú quieres volver
y yo lo acepto.
Para nacer están las madres,
para intentarlo los cuerpos.
En treinta segundos regreso,
tiempo necesario para seguirte queriendo.
En mis ojos ríe tu imagen ahora,
ya has vuelto para quedarte.-


Cine Coliseum


Yo sí recuerdo las tardes de domingo,
leves, terminables,
huyendo del día siguiente.
¡Claro que no he olvidado!,
el cine con olor a niño,
los chupachus de azúcar
para mitigar la pena.
Y ocultar que se marcha la semana,
siempre los domingos por la tarde.
Y como asoma una más,
que también tendrá un martes,
lento, sin remedios,
y un viernes exaltado
que vendrá a salvarnos.
Así se nos dibuja en el sábado
la alegría de poseerlo todo.
Será más triste el domingo,
más largo,
y volveremos al cine,
como niños,
en doble sesión continua.-



Canción para una lágrima


Deshago una lágrima en varios mares
cuando anuncias tu llegada.
Trituro las palabras que dedico
en tus continuas despedidas,
con las que enlazo nuevas frases que te retengan.
Comienzo por calmar los latidos que se disparan,
cuando, otra vez,
me asomo a tus ojos viajeros.
Busco excusas en flor para convencerte,
que a mi lado las horas no nacen,
forman minutos eternos que no terminan.
Escalamos los intentos,
superando cada prueba, volviendo al comienzo;
en la cima el resto de la vida,
en el empeño varias heridas,
que curaremos,
que cerramos,
al volver a la falda a buscar posiciones.
En la ladera donde aplauden convencidos
los amigos que nos animan.
Cada vez que en la garganta
tiritan las razones que no quiero
y vuelvo a sembrar silencio,
pienso en el ascenso
y en el comienzo
y habrá que intentarlo.
Mientras haya océanos para fabricar mi llanto.-


Apago tu nombre




Reinvento un color de banderas,
tal y como polinizan tu ojos
mis maneras esclavas.
Logro que el lujo sea sólo mi nombre
en tu boca.
A veces,
otras veces,
muchas veces
no me llamas,
y cambio mi estandarte por cornetas que truenan.
Así te llamo yo
si tú no me pronuncias.
Avanzo sin camino
perdiendo los pasos que doy,
una leve postura que me encuentre ocupado
cuando volvamos al nido,
junto a un sendero de dorados y grises,
a perdernos del ruido
bajo el sol de la noche que nada ilumina.
Es una atención que reclamo,
mientras no te oigo
y me suena a lejos
y las distancias me dan miedo.
Pero quiero separarme
y estar más contigo.
Fingirme dueño,
con mi color domado,
oculto levemente sobre tu tierra mojada.-


Onírico premio




Comer en tus manos siempre limpias,
posarme confiado sobre el borde de tus yemas
mientras acaricias mi lomo de sumido deseo.
Adoro las estampas más etéreas
segundos efímeros que confunden suspiros.
Así me proteges,
como una barrera que ansío,
así se alimenta un amante,
suave sufrimiento de espuma.
En un tiempo los trinos te llamaban.
Desde mi árbol he pronunciado tu nombre
una vez, otra vez,
y así quiero lo que tú quieres,
y con mi canto que no molesta,
aterrizo sobre tus dedos
a picotearte mientras señalas.
Y en el arrullo
libero las maneras que te conquistan,
aquellas que levantan la sonrisa que más anhelo,
las que marcan el terreno en el que poseo,
dueño de tu cariño que es coqueteo,
batalla que gano sin ondear estandartes.
Oriflama de grises y estrellas
que me envuelve en una melancolía que repito cada tarde,
cuando acudo,
siempre limpias,
a comer a tus manos,
a buscar mi recompensa.-

Tenso tenerte




Ya temo en el dolor más arrebato,
si anuncias desnudarte en el espejo,
dejar que me consuma sin complejo,
si quiero convencerte del recato.

Sufro porque cese este mal rato,
por librar obsesiones que no dejo
y por llegar a tu lado siendo viejo,
cumpliendo las verdades que yo acato.

Y es que sois vos quien pinta despertares,
quien desvela los sueños de mañana,
quien endulza pesadillas y pesares.

Sois la dama que quiero en mi ventana,
la sombra que acompañe a mis andares,
quien gana la batalla más liviana.-

Fiestas de guardar




Cómo levita la aurora sobre las ganas del día,
cómo retoza el principio,
cabalga el laberinto de mil horas por delante.
La radio madruga,
que mire al sol, me dice,
cielos despejados, chilla,
y se eriza la piel cuando refleja el tiempo,
dos vueltas de reloj,
todo el tiempo del mundo.
Una hoja en blanco para escribir qué hacemos
y la cama nos impulsa hacia las huestes de la mañana,
y el aire es nuestro.
Una cuadrilla de grullas,
eterna comitiva anunciadora,
nos aprieta en los minutos.
Los domingos no tienen horas,
sólo niños.
Me doy la vuelta
y busco el oído que esconde tu pelo,
una mirada perezosa,
una sonrisa desnudada,
y en el primer aliento... un susurro:
arrastrarte a la noche
donde andábamos escondidos.-

Ni blanco ni negro




Gris,
cielo gris.
Abrazo las nubes
y los olores mojados sobre una brisa gris,
cielo gris.
Ánimo gris, dulce voz,
la pena gris y el dolor,
la ausencia no viaja
y la espera es gris,
cielo gris.
Yo quiero una torre de babel
y subir, trepar,
coger desde el cielo el gris,
esconder el tañido constante
y el compás de un ritmo gris,
cielo gris.
Trastoco una húmeda luz,
un reflejo gris.
Ordeno este mundo azul
y en el anverso el gris.
Ya no te pido gris,
sólo añil,
mil suspiros sí,
cielo gris.
Yo no huyo más,
amante gris.
No ignoro el mar,
un reflejo gris,
al llamarte, mi voz,
desgañita el gris.
Y una puerta más
para tapar pasión,
cerrada y gris,
mi querencia,
cielo gris,
gris, sí, mi amor.-

Mucho ruido




A tus pasos me asomo,
lejana diosa imperturbable.
Con tu afonía de expresiones
lucho para robarte un guiño,
discrepo con los espacios donde reencuentro exigencias,
multitudes de culto que te han hecho más reina.
Auxilio de plañideras,
eco de aplausos embaucadores
que me distancian más a cada halago,
a tu miseria encalada
de Judas repletos de vanidades,
expertos en turnos para velarte.
En el compás hay silencios
y yo grito más que nadie
al volver a llamarte,
muy despacio,
a romper la distancia que se va dibujando,
¿Quién diseña los años de la rutina?
Renuevo en la memoria las lecturas que nos unieron,
busco la imagen de ese mismo recuerdo,
que rebrote el murmullo
que te llama seguido,
continuo,
insistente,
con el hilo capaz de aguantar cualquier trazo,
en una razón para no dejarlo.
El silencio en que te grito
entre dos corcheas y el mismo océano.-

A ti te corresponde




A ti he dirigido los dedos
los pasos levitados de una enorme pasión embellecida
A ti alimento en penumbra
con suspiros y susurros como frases entrecortadas
De ti alejo a quien viene
y de quien llama
Sobre ti giro obnubilado casi transparente
recogido en un rincón de mis obsesiones
A ti sobre un pedestal atino
para colocarme debajo
iluminarte por los pies para subir hasta el cielo
A ti recurro
si a la tarde llueve
si de lágrimas me acuerdo
si de anudarme perezco
con un hueco en la garganta
a ti apelo siempre
A ti consagro cien minutos
dos instantes
un encuentro y siete inviernos
delirio
locura
mi vida no es mi vida
a ti la entrego
A ti de pasiones he colmado
de lunas llenas que rebosan
quiero viajar al infinito y asomarme
gritar tu nombre y con el eco
entregarte coros de valkirias
A ti que eres luz aparecida
dolor fogoso
limitada huida
a ti que anuncio en mis poemas
corresponde amor
a ti
proclamarme tu heredero.-

Esquivándome




Mi abrigo en el lamento
Al suspiro el albor de las penas
y el rocío mutilado de las aguas que transcurren mudas
Implorar que no me nombren
que borren la memoria
y reinicien los recuerdos
Si caminan sin esperarme
no plañiré por su compañía
no elegiré liberar arrepentimientos
En cambio sí reconoceré que persisto
deploro que consuelen falsos sentidos solidarios
que se declaren amigos y entendidos
que hagan suya la ausencia
y la expliquen con detalles
inventados
comprensibles
a la sombra de un protagonismo egoísta
remando contra mis deseos
Les he pedido silencio
y ni una palabra
Aunque se que no pueden
yo se lo he contado
les he puesto tras los pasos
que voy borrando
cuando libero culpabilidades
falsos abrazos de amigo viejo
de los que no hablan
y callan
A ellos no les he nombrado
tampoco hace falta.-

Deseo constante




Te quiero hacer una luz en la cintura
donde el tiempo comparezca retrasado
y poder reaccionar con las ausencias
Te quiero poner a pintar campos de pluma
para que Góngora vigile nuestra estancia
Para librarnos de batallas en desidia
y enfrascarnos en nobles estrategias
que dilaten los abrazos
si adormecen agarrados a la tarde
En un vaivén de ilusos arrebatos
te quiero robar dos momentos y un suspiro
Hacer volar las emociones
sin que te toquen los poros dilatados
Te quiero hacer beber las impresiones
para que recojas los gustos del recato
Mil veces te quiero hacer lo mismo
y volcarme en imitarlo en cada inicio
Te quiero conceder todos mis lienzos
para que borres de mi horror las soledades
a dibujar memorias con instante
con tu imagen congelada entre mis duelos
Te quiero hacer constante hasta en las ganas
y que al momento repitamos nuestros nombres
mojados del esfuerzo
a luchar por seguir así amarrados
Te quiero contener si no me tapas
de los ojos las palabras que no encuentro
de los labios intenciones que desvelo
Te quiero hacer holgadas ilusiones
y volver al principio
sin principios
Donde te quiero hacer de nuevo.-

Maneras




Amarte amor a tu manera
Dando vueltas
Lejos del lodo
Amarte amor y dar vueltas
Alejado amor de tus maneras
Amarte amor
Amarte
Comenzar
Y en el mismo lugar empezar a amarte
Hacerlo amor de mil maneras
Y amarte
Amarte
Amarte
Amor
De qué manera
Y agarrarte
Dar vueltas y agarrarte
Ora a tu manera
Ora a mi suerte
Y otra vuelta
Y amarte
Amarte
Amarte
Postura
Amor
A tu manera.-

Extremadura destino




Dehesas para mimar encinas
bosques de color mediterráneo
una comarca tras otra
así hasta veinticuatro
salpicadas de parques nacidos al abrigo del olvido
donde nadie fijó sus ojos
hoy crecen sensaciones
Todo belleza te dicen ahora
visitarte es un lujo cuando vivir fue paciencia
reserva
paisaje protegido
árbol huérfano singular
Han moldeado los siglos lo que nadie quiso
Estaban allí claro
a través de los valles
defendiendo el agua
paraísos como celdas
había que venir de paso
para no quedarse
Hoy ya son colores
y huimos para encontrarnos aquí
ya cobijados
encantados del otoño
vendedores de inviernos y primaveras
amables si venís a descansar en verano
Hoy somos reposo pausa holganza
regazo
inmensa biosfera delicada
nadie llora
trovadores orgullosos de una tierra sin peinar
convertida en oro
que abre sus brazos por momentos
vanidad regresada
conquistadores nuevos de un tiempo que no gastamos
convencidos cuando viajáis sorprendidos
por una frontera que imaginabais desierto
Nosotros somos los mismos porque nunca nos hemos ido.-

Que se cumpla




A lo lejos la lujuria
y líbreme Dios de aquellos pensamientos
que del cielo caiga la advertencia
si se pervierte el motivo
Razones oscuras de un roce imaginado
reflexiones impuras lavadas en confesionario
una moral para no caminar desnudos
desposeídos de un corazón impulsivo
latidos espontáneos que mueven ganas locas
Y otra meditación inconfesable
y otro sudor frío
quiero más y no me atrevo a pedírtelo
penitencia que me impongo
para poder desearlo
disculpa enarbolada en un juicio de faltas
Y yo que deseo me condenen
a perseguirte infinitos años
sin pasos en la muñeca
sin tiempo para acabarlos
Un cautiverio pido
un castigo exijo que no me aparte el recuerdo
Mientras cumplo la sentencia de olvidarlo
poder recordarte como eterno reincidente
Y dos vidas más si lo intento.-

Sólo soledad




A cada calle le sigue una esquina
y a la doblez otra ruta
Un itinerario que tomamos imbuidos por la certeza
de sentir unos pasos continuados que nos andan buscando
Dirijo los pies hacia la tarde
y mis ojos se van hasta otro punto
un dibujo quizá
un mensaje
un deseo más bien
Los trazos de un camino descubierto en secreto
elegido previamente
una idea que procura un trayecto
Por eso salgo tras de ti y de tus pasos
en un lindero recuperado
donde usamos un minuto
para vivir toda la vida
La imagen escondida de una conciencia invadida
no debí hacer esto
que recuerdo a cada instante
La dolencia de los años que nos han moldeado
amantes que perduran
momentos que resisten
Pretendo librar a mi memoria
saltar el muro
que ocupa la ocasión de cualquier iniciado
Más lejos que los años
hay un olor que no se borra
y evoca soledad
cuando se difuminan los detalles
Y queda un solo segundo que lo inunda todo.-

Vendo Melancolía




Entrego en perfecto estado sollozos sin estrenar
Ofrezco abulia envuelta en pensamientos desoladores
Regalo penas de fin de semana
crisis de madrugada de lunes
Comparto métodos para sonreír si es difícil
envuelvo lazos de amor
y deseos para que te recuperes
Cambio caras largas por sonrisas contagiosas
Libro de mal fario
a catastrofistas sin remedio
Recupero compañías
consejos para caminar hacia adelante
palmaditas de ánimo
sueños de grandeza
Solicito perdones sin cobrar nada a cambio
y me comprometo a hablar bien a quien pregunte
Vendo un poco de pereza
para no cambiar nada
y levanto pasiones
Arranco aplausos de emoción contenida
y aparto del dolor a quien no crea conseguirlo
Amplia carta de encantadores de serpientes
a disposición de ingenuos
enamorados
optimistas rezagados
abonados al no sabe no contesta
expertos del disimulo
Incluimos en la oferta
cuchicheos al oído
y susurros agradables
No damos pena
No tenemos prisa
Prometemos hacerlo sin dolor
y con conocimiento de causa
Sin voces
Servicio profesional
y atención personalizada
Aseguramos mejor calidad de vida
y rentabilidad inmediata
Beneficios demostrados.-

Reserva Natural







Paisajes poseídos
líneas trazadas que limitan postales
Una cordillera de pasiones
asoma en el macizo del quisiera
Llanuras infinitas como caricias
gargantas y cascadas de un principio de intenciones
Porciones de un valle que dibuja travesuras
senderos en la reserva para perderte
Vías sobre un verde provocado
A la luz la frenan los gritos de la escarcha
y el susurro vertido en cada monte
Una nube que nos denuncie
a los ojos del cielo
Un ir y venir constante
como el agua
como las sombras de la tarde
aumentan tu volumen
en los bordes de la imagen
Donde no me protegen
los últimos vientos tentadores.-



Llamándote




Si la voz dolida
ajena a lo inmediato
Si el arrullo quedo
presto a lo rogado
Si el inmenso llanto
mar de desamores
Si en la hora ahogada
brotan las pasiones
Si del blanco todo
y en el negro tampoco
Si en cruzar palabras
se iluminan los silencios
Si en el trazo avanzas
en la dolencia encuentras
Aderezar si quiera
el esfuerzo por fijarte
Si al cielo lágrimas
al dolor paciencia
Al calor dos labios
sin cruzar palabras
Si a la pasión pasiones
colores a la dama
Hacerte un hueco en la estancia
si a la carne llamas.-

21 versos para dejar de fumar




Tengo la duda
aprieto la paciencia
en esta contienda malgastada
el humo sigue asomando a mis pulmones
toso las ganas
leo en la línea dibujada entre la voluntad y el vicio
el aparente mensaje de seguir intentándolo
miro hacia atrás y van tantos años
corro adelante y siguen las ganasy no puedo huir
y ese olor
vuelves para querer dejarlo
y sueñas con volver cuando no has vuelto
en ese mientras tanto
cuando ya no hay niebla
quiero seguir
y sigo
pensando
ideas del humo
que tendré que volver
a intentarlo.-

Otoño eterno


Otoño
agua
lento frío
noche larga
agua
en otoño regresas
larga noche que nos une
densa niebla que te abraza
te amo desde otoño
yo recojo las hojasde tu árbol desnudo
otoño limpio
eterno
que vuelvas si es otoño
que te quedes si es invierno
en otoño te llamo
para que no te vayas
nunca
tampoco en otoño.-

En otoño si barruntas grullas, o blogueros o grullas



Dice un refrán extremeño, exactamente eso: "en otoño si barruntas bulla, o talavañeros (gentilicio del pueblo cacereño de Talaván) o grullas". Mi estreno no pretende montar bulla, si ruido. Me estreno en este lado del juego. Sí, lo reconozco, algo nervioso. Hasta ahora es fácil opinar sobre lo que otros opinan. Un comentario. Una apreciación. Una crítica. ¿y ahora de qué hablo?, seguro que muchos saben de qué hablo. Abro una ventana en el país de las palabras libres, vengo a este coro de pensadores que escriben... yo también lo llenaré de ideas, y de poemas, y de rabia, y de luz. Regálate un viaje... a Extremadura. Si vienes en otoño, con las primeras luces del alba, o las últimas del ocaso, las verás volando en una inconfundible formación en V, son grullas, una cuadrilla de grullas. Como estas. Ya me he estrenado, prometo estar menos nervioso y más acertado