Mucho ruido




A tus pasos me asomo,
lejana diosa imperturbable.
Con tu afonía de expresiones
lucho para robarte un guiño,
discrepo con los espacios donde reencuentro exigencias,
multitudes de culto que te han hecho más reina.
Auxilio de plañideras,
eco de aplausos embaucadores
que me distancian más a cada halago,
a tu miseria encalada
de Judas repletos de vanidades,
expertos en turnos para velarte.
En el compás hay silencios
y yo grito más que nadie
al volver a llamarte,
muy despacio,
a romper la distancia que se va dibujando,
¿Quién diseña los años de la rutina?
Renuevo en la memoria las lecturas que nos unieron,
busco la imagen de ese mismo recuerdo,
que rebrote el murmullo
que te llama seguido,
continuo,
insistente,
con el hilo capaz de aguantar cualquier trazo,
en una razón para no dejarlo.
El silencio en que te grito
entre dos corcheas y el mismo océano.-

No hay comentarios: