Algo que busco


Sí, busco algo.
Llevo días y me ronda.
Me leo y cierro la página.
Ignoro el diagnóstico:
fobia al documento nuevo, blanco, blanco…
curvas,
mareo,
cerrado por descanso.
Huir de la rutina,
buscar el verano
tiene consecuencias.
La rutina es un refugio para escribir.
Hay que cerrar el verano.
El sol distrae porque sabe a agua,
dibuja planes,
regala gargantas que corren con agua fría
y se llevan los suspiros,
los que vierto en las hojas que luego publico.
Cambio versos por un baño,
apacible remojón que lava las ideas.
Así es el estío, demoledor, inmenso,
sanador, pecado, tentación,
viaje, paisaje, foto,
cambia rima por instante y te sale un deseo:
más tiempo para soñar despierto.
Kilómetros para la memoria, para el álbum de recuerdos
que lleno de destinos buscando…
nada, sólo admirar, mirar, capturar.
Siempre quiero subir alto, más alto,
y mirar, infinito en la retina,
cuando no te devuelve la luz un mar inmenso,
quebrado,
en una playa que ahora pego en mi pantalla,
ahí quedará, testigo de otro destino,
salitre, neurona, deseo, volver, fantástico,
qué maravilla, volveremos…
he vuelto,
me gusta cada viaje,
y lo que dejamos,
y lo que me traigo.
Es lo que busco.-


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