Cuando callo


Si solo el silencio dispone de palabras,
callaremos al atardecer
para que el eco del susurro sea un relato.
Si en las letras que ordenamos
existe un propósito avalado,
dogma de una experiencia,
que transmitimos acertados.
Si en las pausas logramos
hilar una reflexión
que nos proyecte al infinito.
Si así,
poco a poco,
a sabiendas que lo hablado
identifica nuestra voz,
con la pretensión bien entonada
de convertir en principio
todo lo aprendido a lo largo de los años.
Si al ruido en la garganta,
a las humanidades en un folio,
a los pensamientos en los dedos
y la intención en la distancia,
nos dibuja responsables
de la opinión que defendemos.
Si hay una esencia en contarlo,
conservando el sentido que sujetamos al lenguaje,
expresamos,
en una frase construida,
todos los hombres que han amado,
todas las páginas empleadas,
y cada una de las sílabas
que corregimos delicados.
Encontraremos en cada espacio,
un millón de juramentos,
un motivo infinito,
un sospechoso secreto,
y el halo de un texto
con el que pretendo ofrecerte
literaturas y silencios.-


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